Hace 13 años, Martín se subió al avión con una aventura en mente. Vivir y trabajar en España no eran el objetivo, pero se enamoró del país de sus abuelos y lo convirtió en su hogar.
En esta entrevista para Vivir Afuera nos cuenta cómo fue la experiencia hasta asentarse en El Vendrell y cómo es su vida hoy. ¡No te la pierdas!
Llegué a la ciudad El Vendrell, en la comunidad de Cataluña, hace 13 años. Es un municipio en la provincia de Tarragona que está a 72 km de Barcelona y a 30 km de la ciudad de Tarragona.
A los 27 años estaba viviendo en Argentina. No venía pensando en emigrar. Había terminado de estudiar Diseño en Buenos Aires. En la misma época, pude obtener, por parte de mis bisabuelos y mi abuelo materno, la ciudadanía española. Ellos eran gallegos, de Marín, Pontevedra.
Ahí me sale la oportunidad de hacer un viaje de dos meses por Europa. Pensé: “Voy a aprovechar a viajar ahora”. Estaba soltero y tenía todas las ganas… y los ahorros como para hacerlo. Aunque, ahora que lo pienso, me aconsejaría ahorrar aún más antes de venir para poder visitar todavía más lugares. Vine a pasear, a conocer. Estuve en Italia, Francia, Países Bajos, Bélgica.
Cuando llegué a España me gustó mucho y decidí quedarme. No emigré para estudiar ni para trabajar en España, fue por amor a la aventura. Había sacado el pasaje abierto, y yo estaba abierto a las posibilidades, a probar y ver qué podía pasar.
¿Cómo llegaste a vivir y trabajar en España?
El primer sitio donde me empadroné fue Pamplona. Había ido a los encierros de San Fermín, pero cuando conocí la ciudad me gustó mucho. Seguido a eso fui a conocer una prima de mi madre, que vive aquí en Vendrell, pero con quien nunca había hablado.
Llegar a trabajar en España fue muy fácil al tener los papeles en regla. Con el pasaporte español me fui a la policía de Tarragona para gestionar el DNI. Una vez que tenía eso y que estaba empadronado, solo tuve que buscar el empleo perfecto para trabajar en España.
Era el 2007, había muchísimas oportunidades laborales y dentro de todo se podía elegir en qué rubro y de qué trabajar en España. Tuve la suerte de, sin tener experiencia en el rubro, entrar a trabajar en un bar. Trabajé de camarero allí por todo un año hasta que llegó la crisis del 2008. Si te despiden al trabajar en España, cobras una prestación que depende de los meses que has cotizado.
Al ser ciudadano español se me facilitó todo muchísimo. La adaptación en esos términos, buscar empleo y trabajar en España, hacer trámites y burocracia, fue fácil. Lo más difícil fue el desarraigo. Por más que tenga casi la misma cultura, yo soy muy familiero y extrañé mucho. Creo que me costó un año o dos sentirme cómodo en ese sentido.
¿Cómo es la vida en El Vendrell?
En un principio no me gustaba mucho esta ciudad, pero me adapté super bien. Estoy en lo que se llama La Costa Dorada. A 5km tengo la playa y, estratégicamente, no es Tarragona, ni es Barcelona, así que es más económica. Está bien conectada con los trenes y los autobuses, tanto para la dirección de Barcelona como para la de Tarragona.
Hay de todo para hacer acá. Llevo 13 años así que ya tengo grupos de viaje, voy al gimnasio, juego al paddle, al bowling. La vida social, el ocio y las actividades que se pueden hacer es más o menos como en Argentina.
La diferencia es que acá se hace mucho lo de ir de bares o de tapas. En Argentina yo era más de juntarme en la casa de alguien o ir a tomar mate. Al principio me costó adaptarme, pero después me acostumbré. Igual extraño el asado, las tortas fritas, el chipá, las facturas. Hay sitios en Tarragona o por Sitges donde hay argentinos que ponen su pastelería o panadería. En España esos rubros son bastante diferentes. Las facturas con unos buenos mates se extrañan mucho.
Los españoles son muy diferentes entre sí, cada comunidad tiene su estilo. En País Vasco son un poco más secos, en Andalucía son más alegres. Me amoldé mucho a la cultura y me encanta toda su gente.
La calidad de vida, comparado con Argentina, está bien. Apenas llegué alquilé habitación por unos 8 meses. Luego compartí piso con otro argentino y a los dos años ya pude alquilar mi propio apartamento. El sueldo que tengo me permite ahorrar.
Soy auxiliar de cocina y a veces también trabajo como cocinero en un hogar de ancianos. La empresa para la que trabajo no paga horas extra. Como a veces hago horas extra, tengo más días de vacaciones que los aprovecho para viajar que me encanta.
Cada vez que tengo fiesta (como se le dice acá al franco o a los días libres del trabajo), me gusta tomar un tren y perderme en un pueblito de montaña o en la costa. Hay mucha accesibilidad a los pueblitos más alejados gracias al tren. Puedes ir a cualquier sitio y es fantástico.
También me gusta ir a Argentina al menos una vez al año, pero para mí lo mejor de España es que está en el centro del mundo. Desde acá te podés ir para Asia o para América. Y todo lo que es Europa está muy, muy cerca, nada que ver con viajar desde Argentina. Además, al tener tantas aerolíneas lowcost te podés un fin de semana ir a París, con el avión y el hospedaje.
¿Cuál es el balance que hacés de tu experiencia?
Emigrar y trabajar en España fue una experiencia increíble. Salir de mi zona de confort, conocer gente que estaba en la misma situación que yo. Llegué a Roma la primer hostel y vi jóvenes de la misma edad, más grandes, más pequeños. Me fascinó. Volvería a hacerlo, todo igual.
He tenido la suerte de encontrarme con gente maravillosa, tanto en mi primer recorrido por Europa como cuando me instalé en España. Por supuesto que a lo largo de estos 13 años me encontré con todo tipo de gente, pero soy muy afortunado.
Conocí gente estupenda que me permitió crecer en lo personal y en lo profesional. Yo trabajo de algo que no estudié y que me encanta. Estoy bien, estoy contento. No se me cruza por la cabeza irme a otro país.
Al jubilarse mis padres, empezaron a venir cada año, también mis hermanos. Con las tecnologías, quieras o no, hace que tengas al lado a la familia. Obvio que hace 10 años no había tanta conectividad, pero hoy en día siento que estamos cerca y eso es increíble.
Un comentario
Muy buena y completa nota!
Martin es un amigo de hace muchos años y tuvo la posibilidad y la valentia de empezar la aventura de emigrar.
Abrazo fuerte a la distancia!