Son muy pocos los argentinos que tienen la fortuna echada al azar a su favor cuando se trata de hacer el viaje del héroe, en la búsqueda de un nuevo horizonte y con posibilidades de estudiar en el extranjero, pretendiendo encontrar el elixir a una nueva y mejor vida.
Desde Vivir Afuera tuvimos la oportunidad de dialogar con Luciana, una joven argentina, originaria de la provincia de Tucumán, que se animó a dejar el país con el fin de especializarse profesionalmente en el extranjero.
En esta nota, conoce su experiencia y los puntos de vista de la vida de una argentina estudiando en Vancouver.
¡Y atención! ???? Si eres nómada digital, estás trabajando, estudiando o tal vez ambas cosas a la vez, lejos de tu hogar, cumpliendo el sueño de recorrer el mundo, o haciendo quizás voluntariados, ¡anímate a contarnos tu historia!
¿Por qué tomaste la decisión de estudiar en Canadá?
Soy Licenciada en Administración de Empresas, pero mi objetivo era seguir formándome con una especialización con un perfil social, así que busqué primeramente aquí en Argentina. Encontré un máster que lo dicta una universidad de Buenos Aires, sólo que lo ofrece cada 2 años.
Mi idea no era hacer un cambio de carrera, sino una complementación con algo relacionado a la igualdad de género, con una perspectiva que pueda ser útil en una ONG, así que me propuse a mirar opciones afuera, una de ellas Australia.
Como pensé que debía trasladarme con toda mi familia, mi esposo y mis 3 hijos, finalmente me decidí por Canadá, que brindaba un programa acorde a proyectos sociales. Me anoté para una diplomatura de 62 créditos, de 2 años, en Ciencias Sociales y Humanidades Aplicadas, en Langara College, aquí en Vancouver, en el que estoy cursando 3 materias actualmente que me conllevan bastante tiempo.
También estoy buscando puestos, enviando cv para un empleo de medio tiempo que me brinde la posibilidad de trabajar de manera remota- Hasta que mi hija pequeña no inicie su etapa escolar en Septiembre, no tengo mucha libertad, salvo trabajar de 17 a 21 horas, que es digamos, el horario de relevo, que es cuando mi marido llega a casa.
Aquí Canadá tiene jardín de infantes a partir de los 5 años. Los preescolares, son privados y con altos aranceles. Mi plan es que la más pequeña concurra a la misma escuela de sus hermanos, de 9 a 15 hs. Aunque no estoy con urgencia, ya que tenemos nuestros ahorros, entonces, mi esposo está trabajando y bueno la universidad es paga, es decir, yo tengo esta primera mitad ya abonada y lo que me interesa, en realidad, antes que empiece el próximo semestre, es tener un empleo para poder cubrir los otros gastos de la universidad.
¿Cómo aplicaste al programa?¿Cómo fue el proceso?
La oferta académica es muy amplia, así que una vez que me decidí, me aventuré a salir de mi zona de confort con el uso de la tecnología y las propuestas universitarias, en sentido que, yo cursé la universidad a finales de los años 90.
Primero me cercioré que tenga respaldo por el Gobierno de Canadá, que sea una institución educativa autorizada, información que se encuentra en la página de Canada.ca, ya que hay muchas entidades educativas que ofrecen programas de estudio, pero que no se encuentran como instituciones autorizadas en el listado y eso a la larga te trae problemas.
Eventualmente, si quisiera conseguir un permiso de trabajo para algún proyecto de investigación y después de los dos años de estudio quisiera quedarme en Canadá, si la institución no está en la lista de las autorizadas, lo que muy probablemente pueda llegar a ocurrir es negarme el permiso de trabajo y de permanecer en el país.
En el caso de mi familia y yo, ingresamos a Canadá en Noviembre 2020, es decir, apenas 2 meses que estamos. Solo tenían derecho de ingresar al país las personas que gocen de un permiso de trabajo, en el caso de mi esposo, o las personas que tengan un permiso para estudiar de instituciones autorizadas por el gobierno, una lista muy pequeña de admitidos.
Entonces después de que elegí la lista de universidades que me interesaban, la reducí aún más y fui descartando las que no eran avaladas por el gobierno.
Luego me contacté con cada universidad de esa pequeña lista de 3, ingresando a su respectiva página web y fui buscando los requisitos y las opciones para los estudiante internacionales, los costos de matrícula, cual era el desarrollo profesional que ofrecían, si tenían pasantías o no, prácticas o no. etc.
¿Cómo fue el proceso de solicitud de visado?
En mi caso tuve que enviar la certificación internacional de mi título universitario de Lic en Administración de Empresas, enviar mi cover letter. También tuve que rendir el examen IELTS, que lo dí 2 veces porque la primera vez no llegué al puntaje necesario y recién la segunda vez que lo rendí en el British Council en Buenos Aires lo presenté a la universidad. A eso sumado el pago de la matrícula, es decir, el arancel que cancelas de la primera mitad del postgrado.
Y con la carta de aceptación solicité la visa y, en paralelo para el cónyuge, que le permite un permiso abierto de trabajo para laborar full time. Y también para cada uno de mis hijos, una visa de estudio, para poder inscribirlos en la escuela, que actualmente los dos hijos más grandes se encuentran cursando la primaria.
La visa y el pasaporte son documentos vitales. Por lógicas razones, si estás en el extranjero, por ejemplo, para abrir una cuenta bancaria te solicitan tu situación legal en el país, pasaporte, pero además ya tenemos carnet del plan médico y a partir de febrero ya podemos atendernos con los médicos acá porque ya se cumplen 3 meses que estamos viviendo en Vancouver desde que solicitamos que nos den el alta en el servicio médico de salud.
Según tu experiencia, ¿cómo es la vida de un estudiante internacional en Canadá?
Es bastante intenso, no me lo esperaba, pero es muy diferente a cómo yo estudié en la universidad años atrás, que te daban mucho material teórico, disertaciones y mucho para leer.
En cambio, en Canadá, todas las materias todas las semanas tienen mucha actividad, mucha escritura, muchos ensayos y producción de proyectos y yo no estoy acostumbrada a eso, ya que no fue así mi formación académica. Entonces, hay partes en la producción literaria que me lleva más tiempo de edición.
Sin embargo, la universidad posee un sinfín de recursos a disposición de los estudiantes, es impresionante la cantidad de asistencia que hay para el estudiante: materiales, tutorías, consejería, talleres, servicios estudiantiles, siendo la amabilidad el ingrediente estrella. Por ejemplo, llamé para consultar sobre la asistencia alimenticia, para ir a la universidad a buscar una caja de alimentos y me trataron re bien, informándome como tenía que hacer, como debía completar el formulario. Así que debo ir a la facultad a retirar, la caja de alimentos de la semana.
¿Cómo es el proceso mismo de estudio en la universidad?
Bueno, acá en Vancouver es todo inglés, todavía no me he cruzado con nadie que me pida hablar en francés.
Yo este semestre estoy tomando clases online, con lo que la plataforma está preparada para ello, ya que todavía no se han levantado las restricciones de distanciamiento y de seguridad con respecto al Covid19.
Pero tengo un carnet estudiantil que porta como un sensor, que marca tu ingreso y egreso de la universidad y es todo en inglés. Es un campus de 3 o 4 edificios. Me comunico mediante mensajes o mails con las bibliotecarias. La otra semana debo buscar bibliografía para traer a la casa.
En cuanto al paisaje, el campus, es hermoso, mucho verde, muchos árboles. Está construido sobre territorio indígena, con mucha vegetación autóctona. Vancouver, es hermoso, aunque todavía no tuvimos la oportunidad de recorrerlo, porque hace frío, pero no es un frío que no se pueda soportar, no hay nieve, pero sí lo hay en la montaña, que queda a una hora y media de la ciudad.
Con la ropa adecuada, calzas y botas térmicas, es como que no es insoportable, podés salir a hacer lo que necesitas, pero nosotros como familia, aún no estamos acostumbrados a pasear con el vientito helado. Aún así, he vivido varios años en Mendoza y te aseguro que no es más frío que Mendoza.
Acá de momento la temperatura más baja que tuvimos fue un 1° o 2° C, que no es la muerte. Para la Costa Este, lo que es Toronto y Quebec, donde oscila -30° C, eso no ya no, es demasiado.
¿Cómo fue cuando pusiste un pie en Canadá? ¿Qué sentiste?
En marzo 2020 fue una emoción inmensa, recibir los permisos de visas, una felicidad enorme, ya que fue mucho esfuerzo llegar hasta ahí. Teníamos vuelo el 25 de marzo, pero suspendimos a raíz de que se había decretado el 18 de marzo, el cierre de fronteras y aeropuertos por dos semanas.
Nos quedamos atrapados en Argentina hasta el 31 de Octubre, con una gran incertidumbre y desilusión, no sabíamos si viajaríamos, con que noticia nos encontraríamos en el aeropuerto.
Sin embargo, salimos país lleno de restricciones, muchas horas de espera y con barbijo, muchos reglamentos, porque había pocos vuelos. Hicimos escala en México y allí nos suspenden la conexión, varados, 14 horas de espera, con 3 niños cansados, con barbijo y sin descansar.
Llegamos a Canadá de noche, muy agotados, los niños con jetlag, desvelados. La primera semana, tuvimos que hacer el aislamiento obligatorio de 14 días, encerrados, que nos vino muy bien para descansar en un Airbnb. Nos hospedamos 45 días allí, mientras buscábamos una casa.
En cuanto a la manutención, ya que no podíamos salir ni a hacer compras, ni sacar la nariz por la puerta, lo solucionamos el primer día, con un pedido online a Wallmart y nos dejaron la compra en la puerta, con eso ya cubrimos la primera semana.
Luego decidimos alquilar, con contrato previo por un año, una casa y la compra de un microondas.
Mientras nos encontrábamos en pleno proceso de mudanza, me dijeron que al microondas lo dejarían en la casa nueva, ya que les quedaba más cerca, así no tendría que trasladarlo durante el cambio hacia el nuevo hogar.
En ese momento, me preocupé un montón, porque aún no habíamos dejado el alojamiento, pese a que le expliqué la situación. El microondas quedó en la puerta de la casa nueva, durante 2 horas, hasta que mi marido llegó, porque tenía que hacer algunas cosas, así que lo levantó y lo entró a la casa.
Son esas cosas de los cambios culturales que te sorprende pero no te es extraño.
Mis hijos y yo, salimos caminando todos los días a la escuela, mi hija de 9 años se adelanta y al cruzar la calle, los autos frenan para dejarla pasar. Y eso te brinda una seguridad en la calle y en uno mismo. Lo mismo sucede con las compras, que te la dejan en la puerta, y pueden pasar 3 horas estando ahí y nadie te lo toca, nadie te roba.
Por otra parte, tuve una mini reunión con la directora de la escuela de mis hijos, por que no estoy acostumbrada a que los padres dejen a sus hijos de primaria( niños de entre 8 y 9 años) en la vereda de la escuela y se vayan sin saber si los chicos entran a clase o no.
Entonces la directora me explicó, que a partir de los 8 años, los niños ya pueden entrar y salir solos de la escuela, sin necesidad de la compañía de un adulto y cuando salen, la maestra los deja en la vereda.
Los padres son los que deben acordar con sus hijos si los van a buscar o regresan solos a casa y no existe el imaginario colectivo esa persecución de que te van a secuestrar un niño.
¿Cómo es el tema transporte público y covid?
Nosotros no tuvimos problema al utilizarlo. Tenés una tarjeta magnética, la cual la registras en la página de internet y dependiendo la frecuencia de viajes que realizas, son los valores que te cobran.
Los niños a partir de los 4 años ya pagan el viaje, pero sin embargo, he tomado el colectivo con mis hijos y no me lo han cobrado. Me explicaron que eso depende del chofer, pero ninguno jamás me ha cobrado hasta ahora.
Y en cuanto a conexiones, tiene un tiempo la tarjeta, entonces si vos tomás el colectivo y querés bajar en una estación para el subte, el ingreso al subte ya no te cobra, porque no ha pasado demasiado tiempo entre que bajas del colectivo y te tomás el siguiente.
Si o sí debes subir con máscara y todo el mundo se sienta espaciado un metro y medio de distancia, por lo que hay mucha frecuencia de transporte.
La gente va sentada uno por asiento, siendo que me ha tocado subir en uno que está lleno de gente, con 3 personas paradas que no se han querido sentar al lado de otras y es lo más completo que he visto hasta ahora, en un horario pico.
Canadá, de momentos parece un país salido de un cuento, que en realidad, lo estoy viviendo.