Emigrar a Francia en pandemia: la historia de Julia

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Julia es argentina. Apenas comenzaba el 2021 cuando se subió al avión que la ayudaría a emigrar a Francia en plena pandemia.

En esta entrevista para Vivir Afuera, nos cuenta cómo fue el proceso hasta emigrar a Francia y cómo es su vida hoy, varios meses después de su llegada. Seguí leyendo para conocerla.

¿Cómo llegaste a emigrar a Francia?

Emigré a Francia en febrero del 2021, así que hace un poco más de ocho meses que estoy acá. Llegué a emigrar gracias a mi trabajo. La compañía para la que ya trabajaba en Argentina inició una convocatoria para un puesto de empleo en París, me postulé y quedé seleccionada.

El proceso hasta emigrar a Francia fue muy simple gracias a que todo me lo tramitó la empresa. Tuve que sacar una Visa de Trabajo. Lo que más tardó fue el turno en la Embajada de Francia en Argentina, pero creo que eso tuvo más que ver con la pandemia y con que no estaban trabajando en la misma modalidad ni con la misma intensidad de siempre. 

En todo momento tuve el acompañamiento y el seguimiento de la empresa. Fue súper sencillo, yo solo llevaba mis papeles a donde me indicaban. 

Además del visado, cuando llegué tuve tres meses para hacer Titre de Séjour, que es como el documento. Además, tuve que realizar el trámite para tener acceso al servicio de salud.  De todo eso también se ocupó la empresa, yo solo fui al turno el día que me lo dijeron.

¿Cómo es tu vida en Francia?

Mi día a día es bastante normal. Las jornadas laborales son de siete horas así que trabajo de 9 a 18 pero desde las 12 hasta las 14 tengo dos horas de descanso.

Fuera del trabajo, hay de todo para hacer actividades de ocio. Hay muchos museos y similares para recorrer, pero ahora es verano y sobre todo se aprovecha mucho el espacio al aire libre porque es lo que cambia con las estaciones. 

Emigrar a Francia en pandemia: la historia de Julia
Emigrar a Francia en pandemia: una nueva oportunidad laboral con una experiencia de crecimiento personal llevó a Julia a radicarse en París.

El clima es muy diferente. Argentina, o al menos Buenos Aires, es mucho más soleado y tiene un clima mejor. En el invierno de París, además de que hace frío, hay un clima muy lluvioso y pueden pasar semanas en las que no se ve el sol. Esto es según me dijeron, porque por suerte desde que llegué no me tocó eso. Así que, justamente, mientras contesto estas preguntas estoy yendo para el Jardín des Tuileries a comer. 

También me gusta salir a correr, y después hay bares normales. Los boliches y todo lo que es actividades nocturnas ya están abiertos. Se puede ingresar yendo con mascarilla y presentando certificado de vacunación. La verdad es que hay muuuchas cosas para hacer. Lo quiero aprovechar ahora, porque como consecuencia de la pandemia no hay tantos turistas por el momento.

En cuanto a costos, París es muy caro. Yo, en especial, vivo en una zona céntrica para lo que es el turismo. También es muy caro comparado con otras ciudades, hace poco estuve un fin de semana en Barcelona y había mucha diferencia. Pero bueno, no me quejo porque por suerte mi sueldo me permite cubrir los gastos, pagar un alquiler (que los alquileres son carísimos). Vivo perfecto. Obviamente trato de economizar y ahorrar en las cosas, medio que por instinto de cuidar la plata.

También descubrí que los franceses, en general, son muy desprejuiciados, eso es fabuloso. A nadie le importa nada y está bien. Son muy libres en ese sentido, cosa que creo que en Argentina somos más acatados, por decirlo de algún modo.

¿Tenías algún prejuicio antes de emigrar a Francia?

Hay un prejuicio de que el francés se hace el que no sabe hablar inglés o español para hacerte hablar en francés y después de emigrar a Francia lo puedo dar por confirmado. Lo más difícil es el tema del idioma. 

Cuando vine yo no hablaba francés, ahora hablo un poco más pero muy insegura. Para muchas cosas incluso no necesito comunicarme, yo trabajo en inglés así que en el trabajo no tengo problema. Pero eso es algo que no me gusta porque los franceses, o al menos los parisinos, no puedo generalizar, son muy asquerosos con la cuestión del idioma. Vos hacés el esfuerzo por hablar su idioma, por explicarte y comunicarte y les ves la cara de asco y te dicen “no te entiendo” y ponen cero esfuerzo para hacerlo. 

La verdad es que es muy desagradable. Es algo conversado con el resto de los latinos que vivimos y trabajamos acá y a todos nos pasa lo mismo, todos lo sentimos y hemos visto esa cara de asco. Será porque somos latinos o será porque ellos no toleran que no hablemos su idioma, pero eso es lo peor. El resto no me molesta para nada. 

¿Cuál es tu lugar preferido?

Todo lo que es Tuileries, los alrededores del Sena, es a donde voy a correr y en verano es un espacio muy lindo. Es un espacio al aire libre bien diferente a lo que yo estaba acostumbrada en Buenos Aires. 

Pero, en general, todo lo que tiene es lindo, está bien cuidado y no te parás de sorprender; al menos, en el barrio donde estoy yo, que es muy turístico. Encontré muchas similitudes en la arquitectura con Buenos Aires, toda la zona del bajo de Buenos Aires es muy parecida a París

Después hay otras zonas más feas que te dicen que hay que tener cuidado, pero con mi excusa de “vengo de Argentina, nada me sorprende” camino a la noche, a las 2 de la mañana cuando me bajo del subte (otra cosa fabulosa: que los subtes funcionan hasta más tarde, ¡está buenísimo!) y es muy raro que te pase algo.

¿Qué le dirías a la Julia del pasado si pudieras hablarle justo antes de emigrar a Francia?

A la Julia del pasado le diría que estudie francés con más tiempo. De alguna forma, no saber la lengua te aísla. Te inhibe de hacer un montón de cosas, sobre todo al principio, que en otra situación no dudaría en hacer. Ahora me puedo comunicar mejor pero no dejo de tener inseguridad, así que me recomendaría aprender bien el idioma.

También me diría aprovechar bien esta experiencia porque nada me indica que me voy a quedar acá. No tengo nada en contra de hacerlo, pero digamos que si el día de mañana tengo ganas de irme a España lo puedo hacer. Es mucho más fácil ya estando acá. Así que el consejo en general sería estudiar francés, estudiar idiomas en general.

Autor

Barbie Castoldi

De Bahía Blanca, Argentina. Buscadora serial de similitudes y diferencias entre cultural. Interesada por descubrir destinos y degustar sus mejores postres veganos.

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